Violencia de Género

La violencia por motivos de género afecta gravemente a mujeres y personas LGBTIQ+, y es cualquier conducta que produzca un daño a la persona por el solo hecho de ser mujer o persona LGBTIQ+. Se produce cuando sufren algún tipo de discriminación, agresión, hostigamiento o degradación por su identidad de género, expresión de género u orientación sexual. De manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afecta la vida, libertad, dignidad, y la integridad física, psicológica y/o sexual.

Se considera violencia indirecta toda conducta, acción, omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer o la persona LGTBIQ+ en desventaja con respecto al varón.

El femicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer. Abarca los delitos cometidos por varones que terminan con la muerte de mujeres por motivos de género. Para la ley argentina, el femicidio es un crimen de odio cometido hacia cuerpos feminizados por motivos de género.

¿Qué tipos de violencia de género existen?

Significa hacer daño o causar riesgo de hacer daño al cuerpo de una mujer o persona LGTBIQ+. También incluye cualquier forma de maltrato que afecte su integridad física. Por ejemplo, golpear o empujar a alguien.

Es cuando alguien lastima emocionalmente a otra persona y afecta su autoestima. También puede incluir comportamientos que buscan degradar o controlar las acciones de esa persona. Por ejemplo, sentir celos, humillar, manipular o tratar de controlar las decisiones que la persona debe tomar.

La violencia sexual ocurre cuando alguien obliga a una mujer o una persona LGTBIQ+ a participar en prácticas sexuales sin su consentimiento. Esto significa que no les permiten decidir si quieren tener relaciones sexuales o cómo quieren tenerlas. La violencia sexual puede incluir violaciones, acoso, tocamientos no deseados y obligar a tener cualquier tipo de contacto sexual. También se considera violencia sexual cuando no respetan la decisión de usar métodos anticonceptivos durante las relaciones sexuales.
Ocurre cuando alguien daña la economía y los bienes de una mujer o una persona LGTBIQ+. Esto puede suceder de diferentes formas, como prohibirles trabajar, amenazar con echarlas de su casa, controlar su dinero, no pagar la manutención de sus hijos, obligarlas a tomar decisiones financieras que no desean (como pedir préstamos), ocultar ingresos económicos o excluir su participación en la planificación financiera del hogar. Es una forma de abuso que busca controlar y limitar la autonomía económica de la persona afectada.
Se refiere a todos los signos, imágenes, mensajes e ideas que muestran a las mujeres y personas LGTBIQ+ como inferiores a los hombres, lo cual contribuye a tratarlas de manera desigual y discriminarlas. Un ejemplo de esto son los anuncios publicitarios que presentan a las mujeres como únicas responsables del cuidado del hogar, los hijos y las tareas de limpieza. Estos mensajes refuerzan estereotipos y roles de género que perpetúan la desigualdad y discriminación.
Es cuando alguien intenta disminuir, anular, impedir, obstaculizar o limitar la participación política de una mujer. Esto significa violar su derecho a involucrarse en asuntos públicos y políticos. Puede manifestarse de diversas formas, como amenazas, discriminación, exclusión, difamación o cualquier acción que busque silenciar o desvalorizar la voz y el papel de la mujer en el ámbito político. Es una forma de violencia que busca socavar su poder y negar su derecho a ser parte activa de la toma de decisiones en la sociedad.

La denuncia

Todo tipo de violencia (lesiones, maltratos, físicos o psíquicos , etc.)

La mujer o persona LGTBIQ+ que sufrió el daño, y es importante entender que muchas veces creemos que DEBE denunciar, pero tal vez esa no sea su necesidad o su momento de hacerlo, ya sea porque desconoce los procedimientos para hacerlo o tiene miedo de hacerlo por diferentes motivos: 

Es fundamental que relates con la mayor precisión posible los hechos de los que fuiste o sos víctima: desde cuándo te sucede, si es la primera vez, en qué lugares ocurrió, de qué forma te agredió, los nombres de los/las posibles testigos, si ya denunciaste alguna vez, si convivís con el agresor, si el agresor tiene armas en su poder. 

Todas las informaciones resultan importantes para la investigación y son necesarias para que las autoridades comprendan cuál es el riesgo al que estás expuesta y se adopten medidas para protegerte. 

Si sentís miedo y creés que podés sufrir nuevas agresiones, en el mismo momento en que se presenta la denuncia podés solicitar medidas para tu protección de manera preventiva y urgente que serán, luego, ordenadas por un/a juez/a.

Lo ideal es asistir a la Comisaría de la Mujer (Beruti 664- 24 hs), ya que cuentan con equipos especializados para estos casos. Sin embargo, TODAS las comisarías tienen la obligación de tomar la denuncia. 

No necesitás una abogada o un abogado (patrocinio jurídico) para hacerla, PERO para pedir una renovación o ampliación de las medidas de protección, sí necesitás patrocinio jurídico: Podés acercate al Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) más cercano a tu domicilio para recibir asesoramiento. 

También podes realizar la denuncia en Fiscalía – ubicada en Moreno 25-, o a través de la siguiente pagina web: https://seguridad.gba.gob.ar

SI. Podes pedir que una persona te acompañe durante todo el proceso. 

No. La denuncia es una acto personal que solo puede realizar la persona que sufrió la agresión. Esto no impide que ayudemos y acompañemos a la víctima para que pueda realizar la denuncia.

Sin embargo, si existe una situación de emergencia, no debemos dudar en llamar a los teléfonos de emergencia para que puedan actuar.

Si del relato surge que se cometió un delito, se inicia una causa penal. La primera etapa del proceso penal es la investigación, en la que van a intervenir un juez/a y un/a fiscal, y un defensor/a del agresor. 

En este momento del proceso pueden realizarse distintas medidas de prueba como por ejemplo: citarte a declarar, citar a declarar a testigos, ordenar la realización de informes médicos, pedir antecedentes de atención médica, entre otras. 

En el caso de que el proceso llegue a juicio oral (no todas las denuncias avanzan hasta esta etapa), te citarán a prestar declaración en una audiencia donde participan los jueces, el fiscal, el agresor y su abogado defensor. Tenes derecho a pedir que el agresor no esté presente mientras prestas declaración.

Está prohibido que te citen a audiencias de mediación.  

Tenes derecho a que te informes de manera clara y precisa acerca del estado de tu denuncia/ causa, sobre todos los pasos realizados y los trámites a seguir. 

Sin embargo, si existe una situación de emergencia, no debemos dudar en llamar a los teléfonos de emergencia para que puedan actuar.

La denuncia es el primer paso para que intervenga el sistema de justicia y se pongan en marcha los mecanismos de protección, asistencia, investigación y sanción de los responsables del hecho.

Poder escuchar a la mujer es lo más importante. Valorar que pueda hablar de lo que está atravesando, que se anime a contarlo más allá de la vergüenza que pueda sentir, que pueda descargar su angustia y confiar en la persona que la está escuchando.

En caso de estar herida o haber sufrido una violación, acercate a un hospital o a un centro de salud para que las médicas o los médicos que te atiendan den fe del hecho y te asesoren, en caso de que decidas hacer la denuncia pertinente

En la guardia te tienen que atender de manera inmediata, respetar tu privacidad, escucharte e informarte sobre los pasos a seguir. Podés elegir que te atienda una profesional mujer o un profesional hombre.

Medidas de protección

Es un procedimiento orientado a garantizar tu seguridad y la de tu familia de manera más inmediata. Las dictará el juez y podrá hacerlo en cualquier momento durante un proceso judicial. Puede dictar una o más medidas a la vez.

Las medidas se dictan por un plazo de tiempo determinado, en general de 90 días. Ese plazo se puede extender siempre que persista la situación de peligro.

Es un dispositivo que se utiliza para alertar tempranamente a las autoridades del Estado, principalmente a las fuerzas de seguridad, ante una posible e inminente situación de violencia. Bahía Blanca es uno de los municipios que cuenta con dispositivos antipánico. Los requisitos que las mujeres deben presentar para obtener este tipo de botones antipánico son:

Para pedir medidas de protección contra la persona agresora, es necesario haber realizado la denuncia. Una vez denunciada la violencia, te informarán cuál es el juzgado que llevará adelante la causa, y ante ellos tenés que solicitar las medidas de protección. 

Si la persona agresora viola las medidas, debés informarlo en el juzgado: la desobediencia de una orden judicial es un delito penal. Consultá en el juzgado interviniente si la persona agresora fue notificada sobre las medidas de protección. Si no fue notificada, no conoce las medidas y por lo tanto no puede ser denunciada por incumplimiento.

En situaciones urgentes, no dudes en llamar al 911, preferentemente indicando que el hecho que se denuncia es violencia de género y que el agresor está incumpliendo medidas.

Lo ideal es siempre formar una red de cuidados entre familiares y vecinos para poder acompañar y auxiliar a la persona que sufre violencia.

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